Me siento como un maniqui.
Estoy desmembrada y ando caminando por la ciudad, recogiendo partes de mi que andan por ahi.
En la mañana encuentro un brazo que me ayuda a escribir, pero al caer la noche me doy cuenta de que no es el mio, y dolorosamente debo de abandonarlo.
La ciudad es tan grande que me canso de buscar. Estoy agotada.
Y no me encuentro. No se donde estoy, donde voy.
Y no tengo la mas remota idea de quien soy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario