Pero no estas. Y solo soy yo, con las lagrimas empañando mi rostro.
Y el sexo es solo sexo, se convierte en rutinario sin agrado sin chiste.
Y otra vez, solo triste, amargo.
Pero no estas. Y solo soy yo, con las lagrimas empañando mi rostro.
Y el sexo es solo sexo, se convierte en rutinario sin agrado sin chiste.
Y otra vez, solo triste, amargo.
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